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LA MUJER QUE SE DABA CON LAS PUERTAS

Roddy Doyle

El título nos avanza el contenido con claridad. Interesante. Un buen recurso para seleccionar frases ó fragmentos y debatirlas con el alumnado. Muy  bueno.  Es de lo mejor que he leído sobre la violencia y los malos tratos en la pareja.

Comparto esta reseña me ha gustado especialmente:
https://memoriasdebiblioteca1.wordpress.com/2014/11/24/la-mujer-que-se-daba-con-las-puertas-roddy-doyle/

Paula vive en Dublín, pero sucede todos los días en cualquier lugar del mundo. En cualquier sitio pequeño o grande, podríamos conocer a una mujer con cuatro hijos, que trabaja fregando oficinas, después de sufrir malos tratos por parte de su marido durante diecisiete años. Y tal vez ninguno la reconoceríamos. Sería una mujer que se da con las puertas o se cae por las escaleras, torpe y descuidada; la única culpable de las quemaduras,  moratones y costillas rotas que tiene por todo el cuerpo tan a menudo. Una mujer invisible viviendo una tragedia privada. Y que 

“cada día muere un poco a través de los agujeros que tiene en el corazón…”

El detonante de los recuerdos, que Paula va desgranando, es la muerte de su marido tras  saber que había golpeado a una mujer. Algo que, de acuerdo con lo vivido, no consigue entender: “¿Por qué pegó a la otra mujer? No estaba casado con ella…”

Paula narra su vida en primera persona, de forma cruda, directa y coloquial. Hay rudeza en sus palabras, pero en la mayoría trasmite fuerza de carácter, ánimo y voluntad de ser fiel a la realidad. 

Del relato de Paula sabemos que su infancia y adolescencia, a comienzos de los 70, estuvieron marcadas por la vida en un barrio marginal y las difíciles relaciones con su padre y sus hermanos. Incluso en el instituto sufrió el menosprecio y la violencia psicológica que se infringía a la mujer como algo "normal".  Al hablar de los profesores este es uno de los retratos:

“Los que no eran unos pervertidos eran torpes, o aburridos, o mujeres. Era lo único bueno que tenían las profesoras; no se metían contigo. A veces nos zurraban, pero eran golpes de andar por casa… (...). Entramos como críos y nos convertimos en animales.”

Desde ese momento, Paula comienza a ver las consecuencias de ser mujer.

“De algún modo que no alcanzaba a comprender, y no tenía modo de controlar, yo era una puta y una guarra; provocaba que los hombres y los chicos me hicieran cosas…”

La supuesta salvación para Paula fue encontrar a Charlo, un tipo popular, atractivo y, en definitiva, un chulo. Se casa por amor y, a pesar de todo, hasta el último momento, reconoce que “seguía amándole”.

Los malos tratos comienzan tras la luna de miel de la que regresa embarazada. ¿porqué el primer golpe?:  Por negarse a prepararle un té.

“Perdió los estribos. Y me pegó. Así de sencillo…”

“Su cara rezumaba preocupación y amor…”

“Te caíste…”, fue lo primero que le dijo tras los golpes.

Y Paula va asumiendo que “no hacía más que provocarle. La culpa era siempre mía… Me amaba otra vez…”  Hasta que llegó un momento en que la anuló por completo.

“Cuando Charlo me pegó la primera vez, me arrebató todo lo demás de la cabeza… No vivía un minuto sin sentir miedo… Me asesinó entera… Amoratada, abrasada y acabada… Me demolió, me destruyó y yo jamás dejé de amarle. Le adoraba cuando dejaba de maltratarme. Me sentía agradecida… Era una inútil y le necesitaba.”

La historia de Paula es aún más cruel, si cabe, cuando relata que nadie la ayudó ni quiso darse cuenta de lo que pasaba.

“La gente retiraba la vista; yo no estaba allí… Nadie me veía. Yo estaba muy bien, estupendamente, me había caído por las escaleras, me había dado con una puerta.”

Soñaba y rogaba que alguien la salvara, que algún médico o alguien en el vecindario, en la iglesia, le preguntara qué le había pasado y así ella podría liberarse y contarlo todo. “Preguntádmelo…”

Pero nadie lo hizo y la lucha por sus hijos hizo que resistiera sin rendirse, y al final, se defendiera. “No podía dejarme morir y abandonarlos…” 

La Paula soñadora y práctica que repasa sus recuerdos como viuda,  sabe que ha hecho “algo bueno”. Ella “no se gusta demasiado, pero ya no está tan segura de ser una estúpida…”   Es una superviviente con un pasado real, que puede erguirse sobre él y no se hundirá bajo sus pies. Se siente una mujer que “podía empezar de nuevo…”

                  “Fue una sensación estupenda. Había hecho algo bueno.”